Desde
aquel día ya no fui el mismo, si bien llevaba a cabo mis actividades lo
mas normalmente que podía lo que aquel hombre nos había dicho fue algo
que nos dejo sorprendidos y a la vez extasiados. Aun recuerdo sus
palabras:
"Escuchen caballeros, hace cerca de cien años el gran Tobias Valles vino desde muy lejos, se dice que trajo consigo varios secretos de sus viajes a tierras extrañas, pero créanme, nada mas impresionante y poderoso que el Gran Zircon, nunca a habido una gema ni roca que posea tales poderes alquímicos, se dice que quien la posea podrá obtener grandes beneficios y grandes bienes apenas sin esforzarse, se dice que el buen Tobias la encontró en México ya que se la quito a un anciano chaman yaqui, el merced a varios conocimientos esotéricos y arcanos que tenia pudo sacarle provecho y amaso una fortuna considerable.
Pero créanme caballeros, esa no es la principal virtud de esta piedra, según se mediante ella se pueden obtener y tener acceso a los mas oscuros y recónditos secretos del mundo, ¿se dan cuenta?-dijo extasiado y emocionado-¡se podría conocer la ubicación exacta de la Atlantida o de Mu!, inclusive se dice que seria posible viajar en el tiempo mediante los mágicos poderes del Zircon. lo mejor de todo es que se dice que el viejo Tobias guardo celosamente su secreto y como no tuvo hijos todo su dinero y riquezas los enterró en una bóveda secreta y oculta en su mansión que por cierto esta a algo así como 7 km de aquí sobre la carretera que va a Pinar".
Aun recuerdo los comentarios, muchos de ellos mordaces, que hacían mis compañeros de mesa, si era tan fabuloso el tesoro, ¿por que no lo sacaba para el solo, por que contarnos toda esa historia?, el extraño hombre simplemente se encogió de hombros y dijo que jamas se atrevería a sacar ese tesoro puesto que estaba maldito y no se atrevía a hacerlo, las risotadas de mis compañeros resonaron y pronto el asunto quedo en el olvido.
Yo también había tratado de olvidar aquella anécdota pero no podía, todas las noches sentía como si un extraño influjo me llevara hacia ese lugar, en verdad no conocía ese lugar pero no era muy lejos, hubo días en que me vi enfrascado en preparativos y planes para ir a la mansión de Tobias Valles para ver que había ahí pero una voz en mi interior me detenía y me sacaba de aquellos locos proyectos, pero todo aquello detono una tarde de otoño cuando cansado de mi vida gris y sin emociones me embarque en el proyecto de ir a aquel lugar y desenterrar ese supuesto tesoro.
Habia fijado la fecha del inicio de mi exploración para la siguiente semana cuando en una tarde triste y ventosa alguien toco a mi puerta, se me hico extraño puesto que casi nadie me visitaba y me sorprendió aun mas al ver que era una mujer joven y bella, su rostro era juvenil y cuidado y vestía de forma sencilla y discreta, su mirada reflejaba tranquilidad y seguridad y sin mas me empezó a hablar:
-Escuche estimado señor, conozco sus propósitos y me he visto en la penosa necesidad de recurrir a rogarle, a pedirle que no vaya a ese endemoniado lugar, si en algo estima su vida debería de quedarse aquí, nada que pueda proporcionarle ese tesoro puede ser equiparable a su salud, a su vida-dijo con voz tranquila pero con rastro de angustia.
La mire extrañado y le pregunte como sabia todo eso y sobre todo, ¿quien rayos era?.
-Solo soy una mujer valiente y se que hago lo correcto, no vaya para allá, en ese lugar nadie podrá ayudarlo, solo si su esperanza y fe son fuertes quizás tenga esperanzas.
No dijo nada mas, se dio la media vuelta y hecho a correr, trate de alcanzarla pero no pude, se perdió entre la gente que caminaba por la calle, ni que decir tiene que en los días siguientes la busque por todos lados y nadie me supo dar razón de ella, al fin llego el día indicado y cargue mi auto con las cosas por que me había decidido, iría a la mansión en búsqueda del zircon, solo esperaba no arrepentirme por mi decisión.
"Escuchen caballeros, hace cerca de cien años el gran Tobias Valles vino desde muy lejos, se dice que trajo consigo varios secretos de sus viajes a tierras extrañas, pero créanme, nada mas impresionante y poderoso que el Gran Zircon, nunca a habido una gema ni roca que posea tales poderes alquímicos, se dice que quien la posea podrá obtener grandes beneficios y grandes bienes apenas sin esforzarse, se dice que el buen Tobias la encontró en México ya que se la quito a un anciano chaman yaqui, el merced a varios conocimientos esotéricos y arcanos que tenia pudo sacarle provecho y amaso una fortuna considerable.
Pero créanme caballeros, esa no es la principal virtud de esta piedra, según se mediante ella se pueden obtener y tener acceso a los mas oscuros y recónditos secretos del mundo, ¿se dan cuenta?-dijo extasiado y emocionado-¡se podría conocer la ubicación exacta de la Atlantida o de Mu!, inclusive se dice que seria posible viajar en el tiempo mediante los mágicos poderes del Zircon. lo mejor de todo es que se dice que el viejo Tobias guardo celosamente su secreto y como no tuvo hijos todo su dinero y riquezas los enterró en una bóveda secreta y oculta en su mansión que por cierto esta a algo así como 7 km de aquí sobre la carretera que va a Pinar".
Aun recuerdo los comentarios, muchos de ellos mordaces, que hacían mis compañeros de mesa, si era tan fabuloso el tesoro, ¿por que no lo sacaba para el solo, por que contarnos toda esa historia?, el extraño hombre simplemente se encogió de hombros y dijo que jamas se atrevería a sacar ese tesoro puesto que estaba maldito y no se atrevía a hacerlo, las risotadas de mis compañeros resonaron y pronto el asunto quedo en el olvido.
Yo también había tratado de olvidar aquella anécdota pero no podía, todas las noches sentía como si un extraño influjo me llevara hacia ese lugar, en verdad no conocía ese lugar pero no era muy lejos, hubo días en que me vi enfrascado en preparativos y planes para ir a la mansión de Tobias Valles para ver que había ahí pero una voz en mi interior me detenía y me sacaba de aquellos locos proyectos, pero todo aquello detono una tarde de otoño cuando cansado de mi vida gris y sin emociones me embarque en el proyecto de ir a aquel lugar y desenterrar ese supuesto tesoro.
Habia fijado la fecha del inicio de mi exploración para la siguiente semana cuando en una tarde triste y ventosa alguien toco a mi puerta, se me hico extraño puesto que casi nadie me visitaba y me sorprendió aun mas al ver que era una mujer joven y bella, su rostro era juvenil y cuidado y vestía de forma sencilla y discreta, su mirada reflejaba tranquilidad y seguridad y sin mas me empezó a hablar:
-Escuche estimado señor, conozco sus propósitos y me he visto en la penosa necesidad de recurrir a rogarle, a pedirle que no vaya a ese endemoniado lugar, si en algo estima su vida debería de quedarse aquí, nada que pueda proporcionarle ese tesoro puede ser equiparable a su salud, a su vida-dijo con voz tranquila pero con rastro de angustia.
La mire extrañado y le pregunte como sabia todo eso y sobre todo, ¿quien rayos era?.
-Solo soy una mujer valiente y se que hago lo correcto, no vaya para allá, en ese lugar nadie podrá ayudarlo, solo si su esperanza y fe son fuertes quizás tenga esperanzas.
No dijo nada mas, se dio la media vuelta y hecho a correr, trate de alcanzarla pero no pude, se perdió entre la gente que caminaba por la calle, ni que decir tiene que en los días siguientes la busque por todos lados y nadie me supo dar razón de ella, al fin llego el día indicado y cargue mi auto con las cosas por que me había decidido, iría a la mansión en búsqueda del zircon, solo esperaba no arrepentirme por mi decisión.
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